Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre.Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque,a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias
"Paulo Coelho"
Siempre me encantaba ese momento, cuando se abría aquella gigante puerta de cristal y aparecía Andy, estabas al lado de una enorme multitud de gente que tampoco paraba de mirar la gran cristalera, y compartias esa sensación, esos nervios... a veces cuando los miraba estaba pensando en que, probablemente, ninguno de ellos quiere que la próxima en salir sea ella, todos quieren que salga cuanto antes la persona a la que están esperando, no creo que sea porque se cansan de esperar, sino mas bien es que una enorme emoción los invade cada vez que sale alguien de aquella puerta, y cuando la persona que sale no es la que ellos esperan un pequeño pedazo de ilusion se les cae al suelo, y así hasta que porfin aparece quien esperas y corres a darle un abrazo. Se que piensan eso, lo se porque yo tambien lo pienso, siempre que voy al aeropuerto a buscar a Andy me siento en una de esas incomodas sillas pegadas unas a otras y de un color gris hospital, y sin apartar mi mirada de la puerta de cristal espero a que sea la proxima en salir. Lo cierto esque me da pena esa gente que sale y nadie la está esperando, probablemente sea que no son de ahi y entonces nadie de ese lugar sabe quienes son, o tal vez es porque hace tantos viajes que dicen que no hace falta que nadie les vaya a buscar, pero es mentira, es una fachada, porque a todo el mundo le gusta que alguien vaya a buscarlos y les de un abrazo nada mas verlos, si te fijas bien en esas personas te darás cuenta de que aunque probablemente de forma inconsciente, buscan con la mirada, no se sabe a quien, pero miran, miran a ver si hay alguien que este con el corazon en un puño esperando a que justo el sea la proxima persona en salir, pero casi nunca es asi, por eso pienso que esas personas se ponen un poco tristes, pero es normal, en cambio mi hermana Andy siempre tiene un séquito que la va a buscar al aeropuerto, esta mamá, papá, Carlos, y a veces tambien van sus amigos de siempre o sea, Kito, Tania, Sebas, Marce... y estoy yo.
Me gusta tamborilear con los dedos encima de mi libro mientras espero, siempre llevo uno, porque el viaje hasta el aeropuerto suele ser largo y consecuentemente aburrido, y nunca viene mal tener algo con que entretenerse, los que mas me gustan son los de amor y los de misterio, recuerdo uno que llevé al aeropuerto una vez, se llamaba “Once minutos” y era de Paulo Coelho, se lo había robado a mi hermana, a ella le encanta ese tipo, y solo cuando me lo lei me di cuenta de que era un libro especial, no era un libro maravilloso, pero cuando acababas de leerlo y cerrabas la contraportada te dabas cuenta de que solo hay dos formas de ver ese libro, una es la forma de la que lo vi yo, normal, como todos, ni me encanto, ni tampoco lo odio... Y otra es la forma de la que estoy segura, lo vio Andy, porque estoy completamente convencida de que ese es un libro para personas que han vivido situaciones especiales, no necesariamente buenas, pero si distintas, y entonces cada palabra, y cada sílaba de ese libro tienen un significado unico para ti. Me gustaría poder leer ese libro y sentir lo mismo que sintió mi hermana, asique es probable que en un futuro lo relea, y entonces tal vez ya pueda entenderla, o tal vez yo nunca viva una situaciones tan especial como para comprenderlo, pero lo cierto esque este libro es la razon de que siempre que voy a buscarla y me siento en una de esas sillas color gris hospital esperando a que aparezca de pronto tras las barras de metal, siempre llevo un libro que ella me ha recomendado, y cuando lo cierro me paro a pensar en el y luego le digo si es un libro “especial” o no... Casi siempre lo son, por eso me los recomienda, porque siempre son los que mas le gustan, y cuando sale por la puerta me pregunta primero por el libro, y luego que tal en el instituto. A veces innova y me dice una nueva como, que tal esta Derby, o como le va a Carlos e el colegio, llega incluso a cansarme, pero a pesar de esto nunca he faltado ni una sola vez a estas citas en el aeropuerto, si bien es cierto que solo han sido 5 o 6, jamás nada ha evitado que acudiera, esto se debe a que me gusta ser la primera persona que ve, puede ser que se canse, pero yo creo que le hace ilusion, la misma que me hace a mi ir a buscarla cada vez que llega a Coruña. Hay gente que me habla de sus hermanas o hermanos mayores, como si los odiaran, como si no quisieran saber nada de ellos, he llegado a oir que incluso deseaban ser hijos únicos, y por muchas cosas que me han contado de ellos, por mucho que me he esforzado en entenderles, nunca lo consigo, no consigo imaginarme como pueden llegar a querer no tener a esos hermanos mayores porque yo no soy capaz de imaginarme una vida entera sin mi hermana, porque en todos y cada unos de los momentos felices de mi vida está ella, ayudandome, dandome consejos, abrazandome, sonriendome, dandome un beso, diciendome que todo saldrá bien.
Cuando me pasa algo y yo estoy en mi habitación encerrada, sola, ella siempre viene, y siempre la dejo pasar, no es como con mis padres, o mi abuela, o como con mi hermano Carlos, no, ella es distinta, siempre entra y entonces se sienta a mi lado en la cama y me dice " Sabes por qué se siempre cuando te pasa algo? " Y sin darme tiempo a contestar dice "Porque Derby viene y se frota contra mi pierna y despues sube corriendo hacia tu habitacion" Y sin darme siquiera cuenta... sonrio, y la veo a ella sonreir, y me da un abrazo y sale de mi habitacion, y siempre me deja algo debajo de la almohada, y me encanta que haga eso, porque en momentos en los que parece que nada está de tu parte, aparece ella... Seguro que todo el mundo conoce a esas tipicas hermanas mayores a las cuales sus hermanas pequeñas idolatran, pues eso es justamente lo que me pasa, a pesar de que suene tipico, yo siempre he soñado con ser como ella de mayor, ser de esas personas que se hacen querer, y que te hacen sacar una sonrisa cuando te saludan por la calle, no es perfecta, lo se, nadie lo es, pero no cambiaria ni un solo momento con ella por nada del mundo. Es como sentirte tapada por un millón de mantas en la fria noche que va antes de Navidad, abrazas un peluche, mientras escuchas de fondo tu cancion preferida y sabes que podras dormir todo lo que quieras, y que cuando te despiertes te espera un dia perfecto. Pues asi me siento yo cuando Andy sale por esa puerta de cristal.
